Para los que no lo sabían, hace diez días mi blog cumplió tres añitos. No es mucho, ha tenido sus altibajos pero me siento orgulloso que, después de este tiempo, todavía conservo la costumbre de escribir alguna tontería de tanto en tanto. Lo más normal en mi es que a las dos semanas me hubiera cansado y lo hubiera abandonado, ¡pero NO! Aquí sigo.
En tres años, aunque parezca mentira el mundo de internet ha cambiado muchísimo, tanto tecnológicamente como estéticamente. Y al repasar con nostalgia algunos de los posts escritos hace tiempo, me he dado cuenta que el blog necesitaba un cambio de look. No creo que estuviera tan desfasado como los trajes con hombrera, pero si como un persona que no se ha lavado la cara a las cuatro de la tarde.
Así que aquí esta el resultado, no me he matado mucho, la verdad, ya que con los años mi paciencia con el ordenador va deteriorándose… pero bueno, al menos le he quitado las legañas pegadas.
Y como soy una persona que le gusta escuchar a los demás, aunque al final, siempre acabe haciendo lo que me dé la gana 
¡Un saludo a todos!
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